Este proyecto educativo  nace como una alternativa de desarrollo para que de esta manera niña y niña conozcan los juegos que en nuestra época jugaban sus padres y abuelos para que así ellos los pongan en práctica  conozcan su  importancia,  clasificación y variedad de acuerdo a cada grupo o edad.

 La poca fundamentación en deportes básicos, habilidades y destrezas para el desarrollo de actividades lúdicas son la causa de dificultades cognitivas en los estudiantes; así mismo muestran una marcada agresividad en el empleo de juegos en sus horas de descanso. Por tanto el proyecto “Al rescate de los juegos tradicionales” además de recuperar actitudes valórales y parte de la cultura que venía desapareciendo, es un aporte de las escuelas rurales que permitirá a nuestros estudiantes el mejoramiento de habilidades y destrezas que conducirán a cualificar su aspecto cognitivo.

Los juegos tradicionales a lo largo de la historia se han utilizado como un elemento importante en la integración de las familias numerosas y de las personas que hacen parte de una comunidad (cuando se reunían todos a fabricar los trompos, los yoyos, las cometas, las golosas, etc.); ya que en estos juegos, los abuelos y personas mayores encontraron una buena manera de inculcar valores muy importantes en el desarrollo de una persona, entre otros valores encontramos la responsabilidad, la lealtad, la creatividad, la competencia, y ante todo el respeto para con los demás.

Anteriormente la clase de educación física era dictada por un profesor o una profesora que no tenía los conocimientos específicos de la educación física, y la mayoría de las clases estaban enfocadas en los juegos y rondas tradicionales, que los utilizaban como medio para cumplir con el objetivo de brindarles diversión y alegría a los niños del grupo. Y en la actualidad que todas las instituciones educativas deben tener un profesional de la educación física en la básica primaria, debe haber un mejor aprovechamiento de estos juegos como herramienta pedagógica, para transmitir los temas y objetivos que son inherentes a la educación física; por lo cual, todas las personas que hacemos parte de la educación de los niños (que son el presente y serán el futuro del mundo), debemos transmitirles ese legado de juegos y rondas tradicionales que vienen de los antepasados y que son una fuente de conocimientos tanto en valores como en experiencia motriz.